Así, los días transcurrían como desiertos ventados. Sin vuelta atrás porque ya no se sabe de dónde vino. Ella que siempre había ido hacia delante. Se veía en el prófugo oasis, sedienta de diluirse. Convertirse en arena internándose en el todo. Ser una parte y nada más es demasiada responsabilidad.
Se detestaba por las mañanas. Cuando la cabeza martillaba las risas y euforia del ayer. Se detestaba cuando la boca entreabierta liberaba el dolor de la nausea, como el guiño de algún traidor descarado. Se detestaba más aún cuando las horas se volvían días de pensamiento. Jugaba a vivir. JUGABA ¿Quién, pero quién, dime, quién juega con la vida? Hasta donde puede llegar. Lo que ella quería era escindirse fuera del alcance de la moral, la ética, su propia carne humana. Saberse vacía. Lo hacia sin saberlo. Como el que baja del camión en su parada, sin acontecer la idea de que ha llegado a donde debía. He de ir sin mirar pues mirar ya es una manera de limitarme. Hermetismo
El hermetismo es aquello que se confunde con la soledad.
La soledad es incluso una palabra amiga, que se comparte, que se acaricia. La soledad no profana los ojos, las miradas. La soledad no me abandona. Ella es mi fiel secreto. La soledad no me consume entre las sábanas.
-No por sentirme sola te dejé-
La soledad nunca fue mis razones. Y ahora el desierto se mete en mis ojos, y se arañan por la afrenta.
-¡No querías ver!- No, nunca. Como la sal del mar… solo probarla, detestarla y aferrase a ella por la sed que produce.
Toma mi mano por favor…
Un abrazo, quiero…
Contigo. Y… – NUNCA VER-
Me duelen los ojos. Creo que me van a llorar… No reconozco que me lloren los ojos.
-Es la soledad que quiere encontrarte- Te llora por los ojos, te llora a ti.
Es la culpa que se ha bajado de mi espalda, y la soledad espera en la puerta. Viene a tomarse el café de la mañana. No se habla de palabras sino de percepción, y el hermético abismo no habita aquí.
Con el último trago de café, vino la ira. La ira como angustia, perpetuando el frio. La ira como zurcir. La ira como violenta paz.
Toma mi mano por favor…
Sólo, sólo…. Un abrazo
Quiero…contigo… con los ojos abiertos,
Arañados.
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