La Plaza

Hay pintura y colores. Y unos ojos perdidos en un lienzo de posibilidad. "La réplica es también una posibilidad," pensé mientras miraba al artista copiar impecable la espalda de una mujer desnuda. Su trazo era delicado y descendía concediéndole un nombre a la cintura, después tallaba el fondo para darle a la desnudez el lujo de quien ha sido ultrajado.

El fondo, contextualizaba la imagen y su luz, y su opaco retorno... a la desnudez. Curiosa plaza de posibilidad. Los jóvenes pintan y canta la musica de un bar y, el ronco de la canción agudiza mi oído.

El tiempo no es tiempo mientras esté perdido... asimilar, a similar, asimilar el tiempo, a similar , asimilar el tiempo ¿Cómo si hubiera un tiempo?

NO, NO, NO me corrompería en semejante vulgaridad. Está o no está. Y cuando la plaza está, yo estoy con ella. Y sí, gozo de serle infiel al tiempo, y entre instantes tejer la vida que lleva el sentido. Como el artista que en la réplica encuentra la posibilidad. Que nombra en el descenso. Que trasciende a la vida con el llanto de la lujosa desnudez que un arrebato erótico de la mano-pincel y lienzo procuró.

Como cuando se le es infiel al tiempo en una plaza, y, se encuentran los ojos que antes se habian perdido en la disyuntiva del momento. Así fué la tarde de Diciembre. Corazón de 5 estrellas.