A la mujer que canta con miradas
Alguna vez sus cantos se vieron desvalijados de su voz
Y quedaron resonantes en su isla desierta
Con la espuma crepuscular
De una historia rígida y reverberante
Encontró su vuelo, su tren, su barco
Los grillos de las entrañas
Abandonaron el nombre
de sus recuerdos, sus sueños
el adiestramiento de músculos y huesos,
va cocinando las células del despojo
las manos del viaje
la lobreguez de lo inaudito
En palabras fanales encuentra
Su tumba ultrajada ya, por el ayer
El eufemismo de su existencia
En plena sepultura, en aquella isla desierta
La mujer que canta con miradas
Puede apropiarse de su voz perenne
Cuando por sílabas y fragmentos
Recuerda que no murió
Y entonces resuena al mundo su mirada….
05-11-05
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