martes, 14 de noviembre de 2006

Voces de un reencuentro

-“Son a estas horas de madrugada, con este silencio y esta emblemática soledad cuando te recuerdo. Con mudos gritos clamabas libertad, desde antes de conocerlo. Sin embargo buscaste esos brazos canela y los moldeaste cual barrotes que limitaran tu entrega, tu pasión, tu gusto, tu amor, moldeaste tú misma, un vinculo en desenlace…te morías de miedo y me mataste. Ahora sin ti, me siento perdida, y no hay barrotes ni espinas, que me impidan verte más y sin embargo no te encuentro. Sólo la dulce fragancia de tu espera por vivir, el frío toque de queda. Quédate nomás, supongo que con el tiempo podrás crear más barrotes que limiten nuestro encuentro. No te presiones, ni pienses, no sientas, ni hagas caso de la lluvia que tanto me recuerda tus silencios y tus mudos gritos.”

-“¡Cálmate! Que no entiendes que te estoy buscando, que me comí esos barrotes para poder vivir y que solo escucho tus desesperados gritos…que se vuelven mudos. Entiende, no es que no esté simplemente perdí el color, la forma, el sabor…pero te huelo, te escucho, aquí estoy.”

-“Creo que de tanto ansiar la transparencia, te has ido perdiendo”

-“No, es que simplemente por ahora soy invisible
Y tu también.”

14/08/05
3:08AM